31 de enero de 2018

VEJER

He pisado tus calles
empinadas
con prisa de turista, tu medina;
y he visto repetida en cada esquina
historia de tensiones no olvidadas.

Forja del hierro, imágenes tapadas,
sombras de ayer que nublan la retina;
tu pasado, Vejer, se difumina
en esas piedras viejas y enterradas.

Debajo de tu iglesia, la mezquita
aún gime. Son desnudo atardecer
tus murallas, retazos de frontera.

Blanco y azul tu viento, alerta grita
sobre el mar y el valle. Amanecer
de encina, pino y cal en la ladera.


28 de enero de 2018

VIVEN ADENTRO LAS HERIDAS

Me ha cruzado la noche
con sus llaves ocultas.
Me ha dejado en poemas
de oruga y de hojarasca retazos de mi tiempo.

¿Cuál es tu historia?
¿Qué abandonó tu ayer en tu cerebro?
¿Qué denuncian las formas de tu bosque?
¿La sangre de tus ojos?

A su manera, siguen
viviendo
adentro las heridas.


26 de enero de 2018

¿A DÓNDE VAN?

Tal vez los veas correr a la deriva
igual que una inquietud
por las arterias.
¿A dónde van?
La gente se contagia,
esconde su secreto
y quisiera ser río, inundación
que excede las aceras.

Quietud deja la tarde en mis apoyos,
no preciso del rayo entre las piernas
ni el agitado vuelo del gorrión
por los tejados.
Necesito el silencio,
la paz del eucalipto que el aire balancea
y tu mano que palpa
los huecos de mi noche.

La vida para mí hoy día,  Amor,
es estar quieto.

                                                

23 de enero de 2018

LA VIDA ME VIOLÓ CUANDO ELLA QUISO

Sus vértigos me queman.
Ya no aprecio su adentro, hecho de barda
y de altiplano.

La vida es complicada, seco viento de ramblas.
El bosque ha perdido su vegetal horizonte
¿a dónde van los monos y los zorros?

Tiro el reloj,
miro a Nuba a los ojos. Busco en ellos
una híbrida experiencia de la vida. 

La vida me violó cuando ella quiso.


18 de enero de 2018

LA NIEBLA

Se apiñaron los años bajo la piel reseca
por las justas veredas. Ya no crece la hierba.
Las lágrimas del tiempo destejen los parajes
que recorrió la luz primera con su arado.

Bajo el embozo sólo van quedando señales
cada vez más antiguas como casas perdidas
de un pueblo no descrito, borrado gradualmente.
El horizonte cierra sus ojos en la niebla.