30 de septiembre de 2018

PALABRAS PARA NOMBRAR LAS COSAS

Siembra el peñón gozoso de amarillos
y violetas el aire de la noche
que esconde entre sus hojas
esta terraza llena del orgasmo del sol,
de susurros del mar y de la piedra.
Entre tantos rincones del camino
habito en éste,
donde conviven ritmos del planeta,
donde se hace universo sosegado
con lo que no soy yo,
con lo que no eres tú,
pero que sí devora tu carne abandonada
como una sinfonía envuelta en llamas.

No hay conciencia bastante
para zanjar enigmas,
solamente palabras para nombrar las cosas.


27 de septiembre de 2018

CUANDO LAS COSAS FALTAN

He vuelto a nuestra casa.

La llave echada
convirtió el edificio
en cronómetro, puro medidor
de una memoria
que se perdió un septiembre.

Las telarañas
no conocían raya de horizonte.

Por cortijos del monte, olivo y agua,
delineada,
simplemente la casa era un borrón.

Vegetaba aturdida una bombilla
por el porche sin luz
de aperos desconchados a punto de quemarse.

Busqué una contraseña en el arcón.

Bajo el puente del ojo
rojizo, con difíciles pinceles,
trabajaba incansable
mi fiel reparador de ecos y ausencias.

También se necesitan los ajustes

cuando las cosas faltan.

23 de septiembre de 2018

YO NO SOY NADIE

Yo no soy nadie
para sembrar el mundo de amor o de escorpiones
pero hiere el calor de este septiembre
de ombligos destapados
donde el sudor se asienta,
el deseo insatisfecho
y las horas cargadas de rutina.


19 de septiembre de 2018

LA PUERTA ABIERTA

Desnudaron la puerta y penetraron
los ladrones de pisos. Fue un tiempo de trasiego.

Tiene la intimidad su dolor y su tacto
como la hoja de otoño que desnuda
grita la primavera. Los cajones abiertos
su interior derramaban sin palabras:
los residuos de historias que somos y que fuimos.
Revelaban sus huecos de plenitudes llenos
mi levedad vacía. Conocen mi secreto.
Se llevaron minucias: dinero y oro.
Luego,

todo sigue su rumbo natural
su cauce habitual de soledades.


14 de septiembre de 2018

UN DÍA SERÉ OLVIDO

Un día seré olvido
adornado con prendas
del color del olvido.
Bailarán las palabras sin ruido y quedamente,
disipando las huellas
de estos versos efímeros.