30 de julio de 2019

EN LOS FRUTALES

En los frutales duerme
verde el silencio.
Chispas de otoño
en la quietud
de su penumbra.
En la página en blanco de mi piel
se ahonda el tiempo
que allega todo el mar en una ola
y ahonda el corazón en el crepúsculo.

Mis ojos son umbrales cubiertos de hojas secas.


22 de julio de 2019

NO. YO NO PUEDO PENETRAR

Buenos días, Amor.
¿Me enseñarás cómo llegar a ti
por el camino más corto?
Te escribo, mientras cavilo,
sin recursos, sobre tu ser
hecho de compás hondo y lejano,
de agua única y gacha mineral.

No. Yo no puedo penetrar
en tu espejismo de trigales,
encina y sombra,
en tu amarga soleá de agua
-del Chimuza, Caycuta, Rozaymí-
y gacha mineral.

Tu mirada se pierde,
como tu cante,
por la cuesta de los olivos
en la rambla maciacerrea
entre harapos de espacio,
                                         cuevas de viento.

No. Yo no puedo.
Te dejo ir,
testigo mudo el Jabalcón
pintado de acuarelas.
El aire huye.

Fluye en el ritmo
de las almendras de tu infancia
sobre la brasa azul
                                         del compás del desierto.
                                         Taconeo de nubes desgarradas.

Pañuelo de nenúfares.
que cubren en un escalofrío
la garganta del tiempo.


Consérvate bien.






16 de julio de 2019

COMO OLVIDO INTERPRETAS MIS SILENCIOS

Como olvido interpretas mis silencios,
como falta de amor. El tiempo pasa.
Es difícil guardar la compostura
del decir del silencio, hacer inteligible
lo que el corazón siente y en la mirada habita.

No sé adelantarme a lo que habrá de ser.
Tal me dijo la oruga en la rama de un árbol.


13 de julio de 2019

EL CIRUELO Y LA NIEBLA

Ahora no hay ciruelo.
Quedó sin darse cuenta
sin savia en la cuneta
discreto como un pájaro dormido.

Ocupó su rincón la niebla fría
cansada de vagar al son del aire,
de remontar barrancos
y humedecer la piel del lobo en la alameda.

Yo le hablaba de Carmen al recoger su fruta,
de las rosas que herían su costado,
del jazmín en sus ramas
enredado de amor ya fallecido.

Hay poco que decir del fugitivo y gris atardecer.
La niebla es animal hambriento que devora los paisajes.


9 de julio de 2019

LA DUDA DE LAS PALABRAS

Nuevamente esta duda,
sumiso titubeo
de las palabras.

Van como almas en pena.

Igual que una estación
nocturna de cometas

que se desahucian.