30 de noviembre de 2020

SE ME ESCAPAN LAS HORAS

Se me escapan las horas.

No se sienta en mi silla en la terraza

la hora de sentir tu desnudez 

entre mis brazos,

la hora de encontrar la luna allá en tus pechos

y matizar las áreas de la noche,

la hora de olvidar el campo desolado,

el aullido del lobo detrás de las encinas,

la infame soledad de los deseos.

 

Las horas peregrinan sin cesar

a la otra orilla

donde el alojamiento de la nada

olvidó despertarme

para seguir muriendo.

 

  

25 de noviembre de 2020

IBAIS POR LA OTRA ACERA

Ibais por la otra acera

esperando el futuro

que vendrá en otra hora.

 

Son frágiles las calles.

Os veo pasar abandonado

en las dunas del sueño.

 

Sois tiempo puro.

Sin despegar mis labios

os grito.

 

22 de noviembre de 2020

JAMÁS VI TANTA LUZ

Jamás vi tanta luz

del otoño en un rostro como el tuyo.

Dabas luz al salón donde sonaba

el bullicio del mar en la guitarra.

Callado era el deseo y pensativo,

inmóvil como brisa llamando en la palmera.

La caricia que había de llegar

se atrevía a salir de la retina

que no se resignaba a la quietud.

Nos cobijaba todavía aquella

sonrisa cálida de tus labios suaves.

Fue aquel último día de noviembre

cuando el amor pidió asiento reservado.

Después vino la noche y el silencio,

y entre hojas secas 

el cierre de cancelas.

 

 

19 de noviembre de 2020

TU CALLE

Desnuda la dejaron.

Arrancaron los tilos, extirparon raíles,

hurtaron los tranvías y el paseo,

quedó como una viña sin recursos.

 

Han corrido los años y la vida

de nuevo ha regresado,

de otra manera sin los grandes árboles

y su verdad de sombras.

Exactamente igual nunca volvemos,

seguramente más desnudos, mutilados.

Mas siempre quedará la nieve al fondo

y la luz de la tarde

donde los niños juegan con la música

que tiembla como un pájaro en el agua.

 

Van perdiendo mis ojos claridad

pero continuamente en mi retina

se bañan los colores de tu calle.

La vida hace balance. Es propio de la edad,

del desnudo vivir, 

de las contradicciones.

A mis años me cuadran el debe y el haber

si tú vienes conmigo en mi paseo.

 

 

15 de noviembre de 2020

DE NOCHE

De noche, cuando sientes tu pobreza

y crece en propio mar negra marea

quedan arena y vientre, sólo idea,

oscuro azar del agua. No hay belleza.

 

No hay columpios de sol en tu cabeza.

Dolor. El cuerpo solo el viento orea,

su desnudo secreto balbucea

con los huesos saciados de tristeza.

 

Un ruido de murciélagos desgarra

tu vivir. Es sombrío este oleaje,

marejada de turbias mariposas

 

como un estrés de moscas y cigarra.

De hormigas en cadena es el lenguaje,

tu piel se cuelga triste de las cosas. 

 

 

12 de noviembre de 2020

DESCONOZCO

Desconozco por qué somos así,

contradictorios.

Desconozco por qué el mundo existe,

conmigo dentro.

Desconozco por qué todo empezó,

si ya era caos.

Desconozco por qué surgió el azar,

imprevisible

el nacer y el morir y si hay un orden.

Desconozco por qué la eternidad,

y por qué el tiempo.

Desconozco por qué un más allá,

y un más acá.

Desconozco por qué la luz, la noche, 

el bien y el mal.

Desconozco por qué Dios es amor,

o si alguien miente.

  

8 de noviembre de 2020

NO TE VAYAS, PENUMBRA

 Para los filósofos de la penumbra

 

No te vayas, penumbra,

porque después de ti

no descubro la sed de mi deseo, 

el autobús directo al barrio de los sueños:

de plazas boquiabiertas como cuerpos sin amo,

el jardín receptivo, hospitalario

y casas que son alas para volar al sol,

encendidos balcones con olor de romero,

ventanas transparentes 

para mostrar desnudos,

desnudos que se aman realizando utopías.

 

Más allá del trabajo

donde no existe esfuerzo,

más allá del dinero

donde no hay escasez,

más allá del miedo

donde sólo hay espera.

Más allá del esclavo

porque hay libertad,

más allá del acoso

porque solo hay amor.

más allá de la muerte

porque la vida vive. 

 

No te vayas, penumbra,

por favor no te marches,

porque después de ti, 

cuando todo se apaga

definitivamente, sola queda 

la pupila quemada, 

ceniza de la luz

que jamás existió.

 

3 de noviembre de 2020

EL MAPA DE LA VIDA

El mapa de la vida humana encierra

este olor suave de uvas y aceituna,

este juego de almendros y de luna,

este color del campo y de la sierra.

 

Suspiros son del hombre y de la tierra

este sol, este mar en que se acuna

y mece el aire. Trinos. Voz ninguna.

Un llanto y un adiós el ciclo cierra.

 

Viajeros del ayer hacia el mañana

somos cuerpo de nada enriquecida,

temblor de un sueño azul, dolor que mana,

 

caricia, soledad, carne mordida,

paisajes de la luz, penumbra humana, 

un nombre entre silencios. Despedida.