Sin
sentido la luz encarcelaron.
De
piel de cera y vaho entonces la arboleda.
¿Qué
mira la pupila asesinada
por
la cal de la niebla?
La
alambrada cercena la vereda
y el
paso de los búhos y los lobos,
la
gárgola se ríe con su aullido
nocturno,
de
nostalgia la luz
muere
en los álamos del río.
¿Quién
o qué asesina
en
su cañada
la
luz que alimentaba a los zorzales?
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