Siempre
preferiré la paz frente a las quejas.
Espero
que tú entiendas mi silencio.
No
es cobijar hormigas en mis ojos
ni
quiero despertarte,
mi
mirada ya está próxima al mar
y
musita el lenguaje de las olas.
No
pretendo ser viento, ni espuma sin palabra.
Tampoco
una canción,
sólo
un ir y venir en tu memoria
donde
guardas los ecos de tu vida
mientras
cierras las puertas
y
repasas las yemas de tus dedos.
Te
acordarás de mí ensimismado
componiendo
un poema
y
abstraído del resto de las cosas.
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