He vuelto a abrir un libro de poemas.
Dentro
estaba callada,
como
un eco olvidado entre las páginas
una
fotografía antigua de mis padres.
Dos
nombres evadidos en la nada,
aunque
algo quede en mí
de
aquello que aquel día ellos fueron.
También
la carne es eco en su tejido,
una
urdimbre de sombras.
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