Solamente
requiero dos palabras.
Nada
especial.
Un
“buenos días” es más que bastante.
Son
palabras sencillas.
Confirman
que ya ha amanecido,
que
un día más llegó limpio a tu vida,
que
la luz instauró en sus nidos ansia
de
alegría y tristeza, de amor y soledad,
que
la pesada
condición
de lo humano
puede
que sea aún un canto de esperanza,
que
no fue inútil
el
tránsito de aquellos que se fueron.
Un
“buenos días” es más que bastante.
Son palabras
humildes. Con amor te las digo
y tu
respuesta espero.