27 de septiembre de 2015

ACUARELAS DE SOL

He removido
con el atizador de mis baladas
cenizas de la noche.
Son nieblas roturadas
del aire.

El pájaro violeta,
caído de sus sueños,
se deslizó como agua,
por la roca y la penumbra.

Agrupó la inquietud
de cal en la palabra,
que huye conmigo del asfalto,
con la génesis fatua
del ascua y la quimera.

La aguja del deseo
y las hebras del tiempo
tejieron para mí
una red de azahar y de tomillos.

Y el fondo de tus ojos, sin mirarte,
me regaló semillas
de peces vivos,
una poda invernal,
un desnudo temblor

del monte, una balada de acuarelas de sol.

23 de septiembre de 2015

ADIVINÉ UNA LUZ ALLÁ EN EL BOSQUE

Adiviné una luz allá en el bosque.
Estaba muy adentro.
La deseé 
envuelto en la locura del otoño.

Me rodearon
un millar de alimañas en celo.

¿Qué tengo yo, Amor,
menos que el cedro
que aquella luz

no puede iluminarme?

19 de septiembre de 2015

NO SE AJUSTA LA LUZ AL CANON DE LA PIEL

Devienen vulnerables las vivencias
con el añejo ruido de las sombras
y el incierto futuro de los años.

Los sentidos repasan por la calle
las pisadas en fuga y sin retorno
que se vuelven opacas, sin destino.

Indagan las pupilas lo imposible
en la fría humedad para volver
a cortejar la vida como entonces.

No se ajusta la luz al canon de la piel.
El tiempo va palpando oscuridad
en el vaso quebrado de la carne.


15 de septiembre de 2015

DONDE EL AMOR NO MUERE

En reñida tarea,
mis palabras precisan encontrarse
limpias y solas, ágiles,
sin temor a morir de agotamiento
donde el amor se muere.


10 de septiembre de 2015

LAS PALABRAS DEL ÁGORA

Contemplo las palabras y despierto
de un penoso sueño.

El bosque está lleno de voces
que danzan sin parar
en primera persona
y buscan compañía
para reconocerse,
para sentir la luz,
para vibrar con fulgor mixto
en la maleza de otras páginas,
para escribirse en otra carne.

Hoy solamente encuentro solitarias
frases de sombras, voces destempladas.

Las palabras del ágora
verba amoris non sunt.


6 de septiembre de 2015

LEVE SE VUELVE LA FATIGA DEL SER

Contemplando la niebla
espesa, oscura
te he perdido.

No es día de sombras,
es un día en que todo
es lo mismo,
un punto gris
que se acerca o se aleja
en la mirada.

Leve se vuelve
la fatiga del ser.
No hay alivio.