31 de enero de 2016

TODOS LOS LUNES SUEÑO CONTIGO


                                           Buenos días, Amor.
                                                   ¿Estás bien?
                                                   Yo estoy bien.
                                                   Te escribo para explicarte
                                                    cuál es el sentido de mis días...

Es lunes.
Todos los lunes sueño, Amor, contigo.
Me invade un calor dulce
en este frío denso
del rudo invierno.

¿Los martes?
¡Tiemblo! Los niños corren, chapotean.
¿Sabes? La soledad
la hacen los años.
Yo voy herido.

Los miércoles.
Recuerdo el encendido
azul de tus palabras,
o tus labios maduros
como fruta del tiempo.

Los jueves
me huelen a albahaca, hierbabuena,
azafrán y canela,
anís y sésamo.
Aroma de azahar y de tomillo.

¡Los viernes!
Se estremece mi carne
preparada a las hierbas provenzales,
perfumes de tu cuerpo
con la sal de la espera.

Los sábados
de nieve y leche.
La soñada blancura de tus senos
mezclada con el semen
huidizo del deseo.

¿Domingo?
La nueva soledad.
El gris. La lluvia. El tiempo
muerto y el vino amargo,
el galopar insípido que alienta la rutina.

Es lunes.
Todos los lunes sueño, Amor, contigo.

                              Consérvate bien.         

28 de enero de 2016

LAS OBRAS DE LA LUZ

Las obras de la luz
tienen hoy la humedad del mar y de la lluvia.
Dialogan en silencio con el vuelo de un pájaro.

No levanta su voz
el almendro en el cauce del barranco
donde duerme  tranquilo el aguacate.

En la ladera crecen
las plantas que sembramos y otras hierbas.

Esperan el momento cuando darán sus frutos
de acuerdo con la magia del instante
y de la luz herida.

No altera el devenir
el gesto irreflexivo de las nubes
ni el desorden que guarda mi memoria.