7 de diciembre de 2014

JUGUETE ABANDONADO

Recorro con la mente de un niño sin leyenda
un monte de oro virgen.

Yo fui un lugareño de padres sin estudios,
de reja y mula.
Detrás de matorrales, en el acantilado,
el cayado buscaba de mi abuelo
o la oveja perdida,
y bajo el cielo azul un vuelo de perdices,
bellotas en la encina,
el nido del zorzal, la huida de la liebre,
los juncos del arroyo y el cantar de la alondra.

Hoy todo está guardado
en el desván oscuro.


No hay comentarios:

Publicar un comentario