Residuos son tus lágrimas
de un jeroglífico.
Conversas con la luna
con los pies empapados
bajo la yuca.
Dije a la buganvilla
que no eres aire.
La terraza –te dijo-
eres la mar sin peces
inacabada.
Te fuiste por la calle
triste, encorvada.
Tus ojos son fragmentos.
Se escapan por rendijas
de las esquinas.
Sólo palpan las sábanas
un calendario.
Tu falda está sentada
sobre las cuerdas
del tendedero.
Sabes que yo te espero
siempre y a punto.
Y mientras tanto...
recorro las laderas
de tu retrato.
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