Es
significativa y sorprendente
la
variedad de las palabras.
Palabras
que son hilos
de
araña
para
llenar los huecos,
palabras
que describen soledades
del
bosque
al
caer de la noche,
palabras
que semejan una sima
oscura
donde
habita el murciélago,
palabras
que atenazan en la fronda
las
larvas
de
la luz que despunta,
palabras
que combaten las tormentas
del
alma
aunque
no exista el alma.
Para
todo hay palabras.
Para
el Amor, seguro.
¿también
para la muerte?
Donde
estén las palabras
allí
estamos nosotros. No lo olvides.
Pero
a veces, Amor, no encuentro tus palabras.
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