En
tu casa dormita la tristeza.
Me preguntas por qué yo estoy
tranquilo
si el tiempo nos deshace
lentamente
y fraudulentas son todas sus
cuentas.
Qué quedará de mí cuando me vaya,
adónde irá mi calor en invierno
y el frío de tus manos aturdidas
por el temblor del agua y la
memoria.
Cómo resumiré tanto vacío,
tanto lleno, el amor del existir,
los números que guardan mis
libretas
del roce y los perfumes de tu
cuerpo.
Todo lo llevaré conmigo, música
como un eco cargado de sentidos
aunque nadie la escuche y se
repita
como cuento del aire o del
destino.
Preciosos todos!siempre me arrancan una sonrisa o una lágrima todos tus poemas..me he alegrado mucho de verte, como siempre,un beso muy grande. OLGA
ResponderEliminarGracias, Olga. Me hace feliz que mis poemas te digan algo y que, como siempre, me encuentre con tu sonrisa preciosa. Te quiero. Blas
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