8 de marzo de 2013

COMO HOJA DE EUCALIPTO


Como hoja de eucalipto, Amor,
invades mi conciencia.
No te hace falta el viento,
basta la frialdad de los balcones.

El bosque está vacío y los caminos
se llenan de la flor gris de lo efímero.
Todo se desvanece en derredor,
y yo igualmente sangro.

Como un niño robado
escudriño en las vísceras del fuego
por si desnuda encuentro
al alba parturienta.

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