12 de marzo de 2013

SOBRE LA VOZ CALLADA DEL SILENCIO


Me contagiaste, Amor.
De tu tierra nació aquel barro
que fue materia en mis palabras.
Volaban como pájaros azules
hacia la claridad del alba
y ardían con la luz naciente
en los tersos repliegues de tus labios.

Nunca valió la pena consumirse.

Óyeme tú que cruzas las montañas
y en la luz me convocas
donde apuntan los días,
dime si cuando el sol incendie los barrancos
y  los ríos regresen a sus sueños

volveré a ser contigo por los valles
sobre la voz callada del silencio.

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