22 de abril de 2014

ABRIL

Como polvo muy fino

abril ha ocupado los rincones
de mi casa. Los vientos no lo agitan.

Hace años que habito estos parajes
y no entiendo por qué
el peñón huele a nada y a tristeza.
Es verdad que la lluvia
hace llorar las ramas de los árboles,
que las hojas se mueren sin un grito
y lo gris es la queja que queda de la luz
en los cristales húmedos.

Viaja la primavera en tu voz que me nombra.
Los clásicos alegres con sus notas
higienizan el aire.


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