De
orilla en orilla nuestros cuerpos
amasaron
el fluir de las palabras
y
los gestos, montando nuestra historia.
Cuando
todo termine ya sabrás
lo
mucho que te amé. No hubo parálisis.
Otras
sintaxis sí, con otros textos.
Simplemente
no habrá lugar ni tiempo
para
gestos. Huirá nuestra palabra
fundida
en la utopía de lo humano.
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