En la conversación zozobran mis sentidos,
se
asfixian mis silencios.
Amor
dormita en todas las palabras
y
puede despertar si apartas las compuertas
con
la misma presteza
y la
misma dulzura
con
que llega la luz a los ojos de un niño.
Hoy
muero en la palabra.
Mi
mudez es un eco,
un
odre lacerado en busca de ternura.
No
deseo otra cosa que tus manos,
perderme
en tu caricia.
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