29 de febrero de 2016

MIS LLUVIAS TORRENCIALES

Encendí la vehemencia
en el corazón fosco de la noche,
creció la pulsación de los ombligos
y vaciaron sus líquidos los cuerpos.

Estábamos allí. Eras un sueño
donde tú solamente navegabas
entre notas de música
y el estremecimiento de los álamos.

No es anormal
que en tu danza residan todavía
movimientos que amasan mis lluvias torrenciales.


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