Te unté con luz y
brisa
el pan del desayuno.
La mañana comienza
a ser una naranja.
El mar ha recogido
su agua en el
invierno.
Tal vez me atreva a
ser
seca leña en el
fuego.
Antes de que la tarde
llegue fría
seré ascua, morada
aprendiz de un
silencio encendido.
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