Para Vicente y Socorro
No
es fácil compartir
con
los poetas
un
mundo sólo suyo.
Valor
de la palabra que te enseña
lo
que otros ojos ven,
valor
del sentimiento que describe
acuarelas
en otra dimensión,
valor
de los deseos que recorren
la
piel de un beso.
Destellos
de un segundo
en
la oscura pupila de una mañana envuelta
en
papel de periódico,
fotografía
en gris de un amor recogido,
dormido
en el cansancio
tal
vez en un invierno.
Lágrimas
de un mendigo
que
no escucha ni entiende
amor
y desamor.
No
es fácil de juzgar
un
ser humano
poeta,
peregrino del instante
retraído
en sus versos y sus figuraciones.
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