En
un tiempo lejano deserté
del
sexo por amor
de
un dios desconocido.
Fue
una graciosa ofrenda
al
mito y al misterio.
La
generosidad era mirar
a
unos ojos allá donde no existen.
Hoy
recojo en mis sueños
todo
el amor vivido. Inevitable.
La
generosidad es esperar,
tal
vez crear desnuda y llanamente
aquello
que no es mío.
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