Comienza un nuevo mes.
De nuevo me recoge la palabra
en su seno de barro originario
que rehace paisajes y los rostros
en el devenir brioso de unas sílabas.
De bruces con el tiempo
camino los espacios en penumbra.
Trato de descifrar los que me toca
vivir en la ilusión y el desaliento
mientras gira la rueda de este mundo.
El dolor sin destino
para beber la muerte inexorable,
tatuaje que recubre nuestros pasos
de inocencia, pasión y agotamiento.
Las palabras transcriben. Sólo cuentan.
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