Pasó
el otoño,
se
fue el invierno.
Juntos
tú y yo hacemos primavera.
En
la hoja del rosal adormecido,
en
la gota de lluvia
el
universo entero está prendido.
Pasó
ya abril. Abrasa el horizonte,
niña,
de rosa y fuego.
Noche
de mayo, luna y llamarada,
versos
de luz, soplillos
de
la Alpujarra.
Ligeros
son tus pasos,
suave
mayo es la mar,
maleable
la vida en primavera.
Quedaste
en el ayer,
madre,
habitada por campos de trigo
sustentando
mi tiempo.
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