31 de enero de 2013

YO AMO EL AZUL, DESEO EL ROJO ARDIENTE


No sé yo por qué
aún me escandalizo
si sombra de la nada es cada día,
si la otra cara de la vida es fría,
si dios naturaleza así nos hizo.

Si el verde en gris invierno se deshizo,
la luz en barro, el sueño en fantasía,
¿no cabe declararse en rebeldía?
Si no danza la lluvia, no hay hechizo.

Pero yo quiero un vuelo de serpiente,
un baile del azar en el ocaso.
Odio el duelo del topo y las babosas.

Yo amo el azul, deseo el rojo ardiente,
no quiero ser camello paso a paso.
Anhelo el ciclo eterno de las cosas.

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