Octubre
avanza
y no
encuentro salida
al
bloque de mis años.
Ando
despacio
cargadas
las rodillas
como
un bosque talado.
Suburbios
mis pensares,
solares
de ciudad
en
mala simetría.
Construyo
mis poemas
con
pálidos ladrillos
que
mi casa describen.
Me
entretengo con versos
que
juegan con mis horas
como
niños de un parque.
Camina despacio pero camina, que queda mucho por caminar, y yo entraré en tu camino cuando te vea pues siempre me alegra el día verte. Hace mucho q no te escribo, pero te leo todas las semanas,tus poemas siempre me transmiten tantos sentimientos diferentes, algunos me arrancan una sonrisa y otros una lágrima..siempre disfruto mucho leyéndolos. Espero pronto cruzarme de nuevo en tu paseo. Un abrazo muy grande Blas, con cariño, Olga.
ResponderEliminar