No todo está en su sitio cuando comienza el día.
Han pasado la noche,
los faros y la luna.
El mundo se ha movido un paso más
hacia su muerte.
Todo nació del caos y hacia el caos retorna
por su hambre acorralado.
De navegar no es libre aunque delire el bosque
y su libertad sueñe.
Lo contrario del orden no es desorden
es la sordera
de los puentes que matan a los ríos,
la verdad de una lengua sin palabras,
la soledad del mar
que trituró las piedras de su playa,
la tierra que perdió el sabor de la hierba.
A veces tu también me confundes con sombras del ciprés.
La muerte hizo cenizas del arado.
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