22 de abril de 2020

UNA GRANADA ABIERTA

No sé quien puso
veneno a las ardillas.

Dentro del bosque
los caminos esperan
la hora de la muerte.

Solitarias las ramas
allá en el eucalipto.

Cables de acero
traspasan el barranco
donde la vida cede.

Una paloma vuela
el irreal futuro.

Las pupilas subsisten
en la roja ternura
de una granada abierta.

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