A Blas L. R.
(in memoriam)
Un
paisaje de encinas en la sierra,
olivos
y chaparros.
No
preguntes. No hay nadie.
Un
tronco grueso
con
una fecha escrita en su costado
y
un nombre.
Lugar
de lobos encelados,
paraje
de corderos,
escopeta
y perdiz.
No
hay veneno en la hierba
sólo
rocas de cuarzo y de granito,
latidos
de la sangre.
Subsisten
las pisadas.
Tierra
del jabalí el barro junto al río
y
un nombre.
Somos
tierra. La tierra
te guarda en la memoria de los campos sin siembra.
Lamento del vacío. No preguntes. No hay nadie.
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