5 de agosto de 2012

CUENTO TRISTE DE UN VIAJE EN NEGRO

¿Dónde estás, hijo mío?
¿Acaso andas perdido entre las sombras
y pasas frío?
Recorrieron mis lágrimas
los maduros rincones de mi rostro
buscando el tacto de tus manos,
el calor de tu voz,
la ternura de tus pequeños brazos.
No duermo.
Viajo por mi cuerpo
de lágrima en lágrima,
de sueño en sueño.
Yo me pregunto dónde estás.
¿Entre extraños juguetes
que no te regalamos ni tu padre ni yo?
De madrugada
siento el roce inocente de tus labios.
Me despiesrto cubierta
por un escalofrío
de ruido y de metal, de negro asfalto.
En mi pesadilla las rosas
temblaban sangrando en la alfombra
convertidas después
en las chispas del fuego que los árboles quema.
Te espero
en los golpes del viento,
en el ir  y venir del ascensor
en el cerrar o abrirse de una puerta.
Escudriñan mis manos en mi vientre
buscando por si acaso
golpecitos de antaño,
y me invento caricias, apretones,
risas, besos y llantos,
juego con sombras y palabras.

Te llevo muy adentro
como la luz que siembra mis pupilas.
como la tierra guarda su semilla
como la mar la vida y el misterio. 






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