29 de abril de 2019

ME ES DIFÍCIL VER LAS GUARIDAS DEL VIENTO

Me es difícil ver las guaridas del viento
allí donde despierta la calima
y extiende su espejismo por las horas.

Entre él y yo jamás hubo consenso.
Nada mío retiene su partida
nada suyo provoca mi regreso.
Las rocas se deshacen como labios moribundos
y vuelven a temblar las ramas en el bosque.
Se levanta la piel de los cristales,
no pueden conciliar el sueño las ventanas.

Yo soy la calle donde nunca el día amanece,
donde las sombras llegan con gruñidos
y huyen igual que moscas envidiosas del aire.


No hay comentarios:

Publicar un comentario