Sentí
mi vida en ti igual que el objetivo
que
mide bien la luz.
El
timbre de tu voz en mi pupila,
la
terraza esencial
y el
olor del jazmín que impregna nuestros cuerpos.
La
mar al fondo
llenando
tu contorno
de
una sed húmeda.
Y
mis ojos diciéndote
que
mereces la pena.
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