Paseaba
con Nuba.
Llevabais
al colegio
niñas
de agua, cristal de plata.
Los
surcos de la luz que el sol envía
eso
sois cuando apunta la mañana.
Sonrisa
del estío que escolta vuestros pasos
eso
quería ser yo para vuestro camino.
(Con
todo cariño para María José y Encarni
y
las niñas preciosas amiguitas de Nuba: Lucía,
Carmen,
Elia, Julia y Leire).
Preciosas y emotivas tus palabras. Gracias por todo. Soy Maria Jose.
ResponderEliminarGracias, María José por tus amables palabras. Eres más que un cielo. Me hace feliz que te gustará este sencillo poema y que se lo pases a las niñas.
ResponderEliminarLa vida está llena de situaciones sencillas y preciosas que tienen en sí más poesía que la que le podamos dar en unas pocas líneas. Gracias. Un beso Blas.